¿A dónde piensa ir?
Atravesado por el río Charente y sus numerosos afluentes, el departamento de Charente, con sus paisajes de colinas, viñas, agua, praderas y bosques, reserva a sus visitantes un gran abanico de atractivos y actividades. Las ciudades con un rico patrimonio, como Angoulême, capital francesa del cómic, y Cognac, famosa por su aguardiente de vino y su festival de Cine Policíaco, los encantadores pueblos, castillos e iglesias románicas, el yacimiento galorromano de Chassenon, los cursos y extensiones de agua idóneos para las actividades náuticas... Todas estas maravillas encantarán a los amantes de los descubrimientos.
Con sus 460 kilómetros de costas, una gran insolación y su importante patrimonio histórico, Charente Marítimo seducirá tanto a los incondicionales del descanso como a los amantes de los descubrimientos. La suavidad del clima junto con sus bellas playas de arena fina, las diversas actividades propuestas por los centros turísticos, la cuenca ostrícola de Marennes-Oléron, las islas de Charente, las ciudades con múltiples riquezas arquitectónicas, las iglesias románicas o las especialidades gastronómicas son suficientes para maravillar a los visitantes.
Al sur del Macizo Central, los amantes de la naturaleza y de las piedras antiguas podrán disfrutar de lo lindo descubriendo Corrèze, una región frondosa y apacible con innumerables atractivos. Pueden ser travesías en el Parque Natural Regional de las Mil vacas, con sus bosques, sus praderas y sus lagos o en las gargantas del Vézère, donde se practican los deportes de aguas bravas, la escalada y la BTT, o los paseos en torno a las cascadas de Gimel y Murel, en la causse de Corrèze y el alto valle del Dordoña, la desconexión y el aire puro están garantizados. El patrimonio construido es excepcional, con las torres de Merle, el castillo de Pompadour, la abadía de Aubazine, así como las preciosas ciudades medievales como Collonges-la-Rouge, Curemonte, Saint-Robert, Ségur-le-Château y Turena, las cinco incluidas entre los pueblos más bellos de Francia… Corrèze también destaca por su cocina local y la calidad de sus productos, que se encuentran en abundancia en los mercados locales.
Creuse es una tierra de descanso y regeneración que puede enorgullecerse de contar con una naturaleza hermosa, salvaje y protegida. Sus apacibles paisajes de colinas bucólicas, praderas en flor, lagos y hermosos bosques jalonados de caminos para la práctica del senderismo, así como también su rico patrimonio arquitectónico y artístico, que se descubre poco a poco en las ciudades con carácter, los edificios románicos, los castillos y los famosos tapices de Aubusson, constituyen otras tantos atractivos que agradarán a los amantes de la naturaleza, del descanso y de la autenticidad.
La apacible y verde marisma poitevina, ideal para pasear en barca, los bucólicos valles del Sèvre de Niort y del Thouet, apreciados por los aficionados a la pesca y a las excursiones campestres, las vastas llanuras cultivadas, o los bosquecillos de Gâtine, son algunos de los paisajes que presenta Deux-Sèvres... En cuanto al patrimonio arquitectónico, los entusiastas de los monumentos antiguos podrán disfrutar con el rico repertorio de joyas de la arquitectura románica, ciudades histórico-artísticas y pequeñas ciudades con carácter.
Dordoña, antigua provincia de Perigord, es rica en sitios extraordinarios, sobre todo prehistóricos, y atrae tanto a los apasionados de la arquitectura como a los amantes de los paisajes preservados o a los aficionados a las actividades deportivas. Con sus cuatro Perigord (Perigord negro, Perigord verde, Perigord blanco y Perigord púrpura) Dordoña cuenta con múltiples atractivos para satisfacer a sus visitantes.
Gironda no solo puede vanagloriarse de ser el departamento más grande de la Francia metropolitana, sino también de albergar multitud de riquezas, tanto naturales como arquitectónicas. La ciudad histórico-artística de Burdeos; los magníficos castillos de Cazeneuve, Roquetaillade y La Brède; la costa atlántica, con sus olas yodadas y sus playas de arena, muy apreciadas por los veraneantes y los amantes del surf; la formidable Cuenca de Arcachón, con sus preciadas localidades playeras y sus típicos pueblos ostrícolas; la duna más alta de Europa; con sus incomparables vistas, los lagos propicios para practicar actividades náuticas; los bosques de pinos jalonados de carriles bici; el célebre viñedo bordelés, con sus prestigiosos vinos; o las famosas ostras de la Cuenca de Arcachón son algunos de los tesoros para disfrutar durante un fin de semana o una escapada.
Alto Vienne, con sus paisajes relajantes y bucólicos, que van de los estanques y boscajes de Basse-Marche a los montes de Blond y de Ambazac, pasando por el valle de Vienne, es un destino propicio para el descanso y para el turismo verde. También tiene un importante patrimonio arquitectónico y artístico que se manifiesta en sus edificios religiosos románicos, sus fortalezas, sus ciudades medievales y la gran tradición de su porcelana.
Paraíso de los surfistas y destino veraniego por excelencia, las Landas conjugan los placeres de la playa y del océano con los atractivos naturales del bosque y los estanques. Es un lugar destacado del termalismo, ya que cuenta con cinco estaciones termales: Dax, Saint-Paul-lès-Dax, Eugénie-les-Bains, Préchacq-les-Bains y Saubusse-les-Bains. Pero el departamento landés ofrece muchos otros atractivos, como sus 106 kilómetros de playas de arena fina, que se extienden a lo largo de la costa atlántica, desde Biscarrosse hasta la desembocadura del Adour; sus famosas localidades playeras, como Capbreton, Hossegor y Vieux-Boucau Port d'Albret, que posee una gran oferta de ocio deportivo; su inmenso bosque de pinos marítimos y sus numerosos estanques, ideales para desconectar y para realizar actividades en plena naturaleza. ¡Motivos más que suficientes para disfrutar plenamente de su estancia en la región de Aquitania!
En pleno corazón del Sudoeste, en los confines de Perigord, Quercy, Landas y Gascuña, se encuentra el departamento de Lot y Garona, emporio del turismo verde, atravesado por los dos ríos que le dieron su nombre. Esta frondosa tierra de vergeles, famosa por el cultivo de la ciruela pasa de Agen, está surcada por unos 200 kilómetros de vías navegables y 3500 kilómetros de rutas senderistas. A estas excelencias naturales se añade un bello patrimonio arquitectónico y rural, constituido por bastidas, castillos, palomares y molinos. Un destino que cautivará tanto a los apasionados de la arquitectura como a los amantes de las actividades al aire libre.
Magníficamente situado entre el océano y la montaña, Pirineos Atlánticos ofrece a los amantes de la naturaleza, a los aficionados al ocio al aire libre y a los entusiastas del patrimonio construido un gran número de atractivos y actividades. Un programa rico y variado, que va de los bellos pueblos de Bearne y del País Vasco a los espléndidos macizos pirenaicos, aptos para el esquí y la travesía, pasando por las estaciones termales con aguas beneficiosas, las ciudades histórico-artísticas de Bayona y Pau y las localidades playeras de la costa vasca rodeadas de largas playas de arena fina... ¡Para disfrutar sin moderación!
La ciudad de Poitiers y sus prestigiosos monumentos, el parque de atracciones de Futuroscope con su ambiente claramente futurista, el magnífico pueblo de Angles-sur-l'Anglin, la ciudad medieval de Chauvigny, las extraordinarias iglesias románicas o las fabulosas pinturas murales hacen de Vienne un destino codiciado para los amantes de los descubrimientos, del arte y de la arquitectura religiosa.