Elegir el mejor medio de transporte

Los vuelos nacionales constituyen el mejor medio de recorrer largas distancias sin cansarse. El avión es muy eficaz cuando no hay que realizar escalas, es decir, cuando existe un vuelo directo entre el punto de partida y el destino final.

• El territorio francés posee una red aérea densa, que enlaza la mayoría de las ciudades de mediana y gran importancia. Los aeropuertos mejor comunicados en Francia son los de de París, Niza, Lyon, Marsella, Toulouse, Mulhouse, Burdeos y Nantes, pero hay muchas otras ciudades que ofrecen conexiones aéreas.
• La compañía nacional no es la única que ofrece vuelos interiores en Francia. En algunas conexiones, se puede optar por compañías de tipo low cost. Como ninguna de las compañías que operan en Francia está en la lista negra, la seguridad es idéntica para todas las compañías, y la elección debe basarse en los precios, los horarios propuestos, los servicios a bordo y las posibilidades de conexión.
• Para embarcarse en un avión, los viajeros deben presentar un documento de identidad válido, como el carnet de identidad o el pasaporte. Los menores deben poseer su propio documento de identidad. En ningún caso pueden estar incluidos en el pasaporte de sus padres.
• Los niños de corta edad pueden disfrutar de servicios como plazas especiales o el préstamo de un capazo. Para facilitar los trámites, deberá indicarse la presencia de bebés al reservar el vuelo.
• Los animales de compañía pueden viajar en los vuelos interiores, pero en la bodega. Pedir información en la compañía para conocer las modalidades.

El tren es uno de los medios de transporte más utilizados en Francia, debido a la sencillez y a la extensión de su red.

• El país cuenta con bastantes líneas de gran velocidad recorridas por el famoso tren TGV a más de 300 km/h. Estas conexiones rápidas están centralizadas fundamentalmente en París. Cuando están disponibles, estás conexiones constituyen una opción razonable que combina confort, rapidez y un acceso directo al centro de las ciudades.
• Para embarcar en un tren no hace falta presentar ningún documento. Sin embargo, se recomienda llevar siempre un documento de identidad, así como cualquier documento que pueda ser necesario para aplicar una tarifa preferente, ya sea por edad o por condición del viajero, por ejemplo.
• A diferencia del avión, en el tren no hace falta facturar el equipaje. No hay limitaciones de peso ni se solicita ninguna tarifa adicional. Sin embargo, es indispensable etiquetar todo el equipaje para evitar problemas cuando los revisores encuentran una maleta abandonada.
• Casi todos los TGV de Francia cuentan con servicios de restauración. La mayor parte de los TGV poseen vagones-restaurante que permiten comer en los trayectos largos. En el vagón-restaurante también se puede recalentar la comida de los bebés.
• Los animales de compañía pueden viajar en los trenes. Sin embargo, este servicio suele requerir el pago de un suplemento. Por eso, con el fin de obtener el billete adecuado, es necesario especificar el tipo y el tamaño del animal al realizar la reserva.
• Los europeos y los turistas extranjeros pueden beneficiarse en ocasiones de un pase que da derecho a billetes con tarifas reducidas. Informarse en las autoridades turísticas de su país de origen. Pero hay que prestar atención, ya que los pases suelen tener un cupo, por lo que hay que reservar los trayectos con antelación. Los precios de estos pases también pueden variar según el país de procedencia, y algunos de ellos también pueden utilizarse en toda Europa.

Aunque es menos popular que el avión y el tren para las distancias largas, el autobús constituye un buen medio para conocer el país. Las estaciones de autobuses de las ciudades ofrecen conexiones regulares con las ciudades de los alrededores, y a veces con las de la otra punta de Francia.

• Como la duración de los viajes suele ser larga, conviene hacer acopio de algo para beber, picar, leer y entretenerse. El viaje en autobús también puede dar pie a encuentros con otros viajeros.
• Aunque el autobús no sea siempre la opción más conveniente en distancias largas, es bastante útil en distancias medias, y suele ser indispensable en las distancias cortas. Las conexiones locales se suelen realizar en autobús.

El coche de alquiler es el modo de transporte ideal para los viajeros que busca la mayor libertad e independiencia posibles. Un vehículo personal también permite acceder con facilidad a algunos sitios mal comunicados por el transporte público.

• Existen muchas agencias de alquiler de coches en toda Francia, principalmente cerca de las estaciones y aeropuertos, pero también en el centro de las grandes ciudades. Pagando un suplemento, se puede devolver el vehículo en un lugar diferente al sitio donde se alquiló.
• La categoría de vehículo debe elegirse en función del número de pasajeros y del itinerario previsto. Cuanto más tiempo en carretera y más distancia, más importante es elegir un vehículo confortable. También se puede contar con algunos equipamientos opcionales, como el GPS o la silla de coche para niño.
• En general, el alquiler se efectúa por días, y según un kilometraje muy preciso que no se debe superar, so pena de abonar un suplemento. De la misma forma, el cliente se compromete a devolver el coche en el mismo estado que lo recibe, y con la misma cantidad de gasolina.

La autocaravana ofrece aún más autonomía que el coche de alquiler, ya que no solo sirve para desplazarse, sino que también proporciona alojamiento. Algunos proveedores ofrecen la posibilidad de alquilar in situ, lo que puede evitar en ocasiones tener que realizar largos trayectos para llegar hasta Francia.

• Las autocaravanas no se puede estacionar en cualquier lugar. Existen zonas de estacionamiento y de servicios específicos diseminadas por todo el país. Para evitar los contratiempos, es conveniente informarse de su existencia cuando se prepara un itinerario.
• La mayor parte de los campings de Francia cuentan con plazas para las autocaravanas. El coste de los campings es ligeramente superior al de las zonas de estacionamiento, pero ofrece muchos servicios, como por ejemplo el acceso a una piscina.
• En algunos sitios turísticos, las autocaravanas no están autorizadas en los aparcamientos debido a la falta de espacio. Por esto, antes de desplazarse, es conveniente verificar si es posible acceder a los lugares que se quiere visitar con este tipo de vehículo.

Aunque el autostop es una práctica de desplazamiento muy barata y distendida, presenta más riesgos que las otras porque nadie está a salvo de una mala experiencia. Antes de lanzarse, es necesario tomar algunas precauciones.

• Más vale hacer autostop por la mañana o por la tarde, y evitar las horas tardías que son más proclives a las malas experiencias.
• El autostop alarga considerablemente la duración del trayecto. Hay que multiplicarlo aproximadamente por tres cuando se utiliza este método de desplazamiento.
• En Francia, el autostop está permitido, pero se encuentra bastante limitado. Con el fin de evitar accidentes, está prohibido hacer autostop al borde de las autopistas, en los túneles o en los puentes.
• La utilización de un cartel en el que se indique claramente el destino facilita que el conductor pare al autostopista. Para encontrar fácilmente automovilistas para largos trayectos, es aconsejable preguntar en las áreas de las autopistas.