¿A dónde piensa ir?
Côte-d'Or es uno de los ocho departamentos que forman la región de Borgoña-Franco Condado, cuya capital es Dijon. Su historia se remonta a varios milenios, y en sus tierras han habitado personajes ilustres. Vercingetorix y Julio César son los personajes más conocidos, pero también destaca el valiente Carlos el Temerario, que luchó por la independencia de Borgoña. El paso de estos personajes ha dejado un excepcional patrimonio arquitectónico a lo largo de los siglos, manifestador en iglesias, castillos, abadías y antiguas ciudades medievales como Flavigny-sur-Ozerain, Châteauneuf-en-Auxois y Semur-en-Auxois.
Côte-d'Or posee también un rico patrimonio natural y paisajístico que se puede disfrutar a pie, en bicicleta o por el agua. Los espacios forestales de Morvan, los ríos y estanques, el apacible canal de Borgoña y los prestigiosos viñedos invitan claramente a la evasión y el descubrimiento.
Côte-d'Or es un departamento gastronómico por excelencia, y es imposible evocarlo sin hablar de su patrimonio gastronómico. Mostaza de Dijon, pan de especias, anís de Flavigny, trufas y caracoles de Borgoña, quesos, grosella negra: ¡los placeres de la mesa son ilimitados! ¡Sin olvidarnos, claro está, de los "grands crus" (mejores vinos) de Côtes de Beaune y de Nuits, de renombre internacional!
Doubs es una tierra de paisajes variados donde se alternan llanuras, mesetas, valles encajados, cursos de agua, cascadas, lagos y montañas boscosas. Además de eso, también cuenta con un gran patrimonio edificado que podemos descubrir visitando la ciudad de Besançon con su famosa ciudadela, la salina real de Arc-y-Senans, el imponente castillo de Joux, la ciudad de arte y de historia de Montbéliard o la encantadora ciudad de Ornans. La estancia en Doubs también nos permitirá degustar sus famosas especialidades gastronómicas como el comté y las salchichas de Morteau y de Montbéliard.
Situado entre el macizo de los Vosgos al norte y los montes de Jura al sur, Alto Saona es una de las regiones más boscosas de Francia. Sus ríos abundantes constituyen un verdadero paraíso para los amantes de los deportes de agua dulce y sus estanques inmersos en la espesura proporcionan una nota de verdadero frescor.
Paisajes naturales preservados donde se alternan ríos, cascadas, pastos de montaña y bosques de abetos, lagos espléndidos, ciudades y pueblos con un rico patrimonio, un prestigioso viñedo con una gran variedad de vinos, sabrosos quesos, artesanía diversificada... Todos estos atributos hacen de Jura un destino apreciado por los amantes de la naturaleza, de los descubrimientos y de la gastronomía.
Tierra de historia y de tradiciones, Nièvre, antigua provincia de Nivernais, es un destino natural por excelencia, con su apacible campo de bosquecillos, donde pacen tranquilamente las vacas charolesas, sus bosques misteriosos, sus grandes lagos, sus cursos de agua, y las numerosas posibilidades que ofrece a los deportistas y a los entusiastas de las actividades al aire libre. Nièvre, región con abundancia de agua y vegetación, posee un rico patrimonio secular, por lo que encantará a los amantes de la cultura y la arquitectura, con su gran oferta de visitas, desde la ciudad histórico-artística de Nevers al priorato cluniacense de La Charité-sur-Loire, pasando por los ecomuseos de Le Morvan y el castillo de Bazoches.
Atravesado por numerosos cursos de agua, Saona y Loira es un territorio con bosques, bosquecillos, viñas y montes que hará las delicias de los pescadores y de los deportistas náuticos. También los amantes de la bici y del senderismo disfrutarán con la Vía Verde y el Parque Natural Regional de Le Morvan. A estas bazas, hay que añadir un rico patrimonio edificado, con espléndidas iglesias románicas, magníficos castillos, restos antiguos y ciudades de arte y de historia.
Con sus 610 km², el Territorio de Belfort es el departamento más pequeño de Francia si exceptuamos la región parisina. Pero su pequeña superficie no constituye un inconveniente, ya que el departamento ofrece muchas propuestas, como su ciudad principal, Belfort, y sus paisajes con bosques, ríos, lagos y estanques.
En el corazón de Borgoña, el departamento de Yonne despliega un gran número de atractivos. A una hora de París, ofrece una sutil combinación de naturaleza, cultura y arte de vivir. ¡Su capital, Auxerre, declarada ciudad histórico-artística, cuenta con más de 35 monumentos históricos por descubrir! Castillos medievales o renacentistas, edificios religiosos, encabezados por la basílica de Vézelay, pequeñas ciudades con carácter y pueblos con encanto con viejas casas borgoñonas le transportarán en el tiempo.
Al sur de Yonne, destaca el Parque Natural Regional del Morvan, orgullo de la región Borgoña-Franco Condado. Entre relieves montañosos y bosques misteriosos, lagos y torrentes, valles y panorámicas, esta zona natural protegida cuenta además con una abundante fauna y flora. A estos atractivos hay que añadir otros lugares de interés como las rocas de Saussois, el parque natural de Boutissaint o los valles del Cousin y del Cure, que a buen seguro le cautivarán.
Los amantes de la naturaleza cuentan con otra posibilidad: pasear a lo largo del canal del Nivernais o del canal de Borgoña. A pie, en bicicleta o por el agua, el visitante podrá descubrir el encanto de los campos ondulados y disfrutar de los lugares destacados que encuentre a su paso.
Los gourmets y epicúreos también se sentirán a gusto recorriendo la Ruta turística de los viñedos de Yonne, jalonada por etapas de renombre como Chablis y Joigny, o probando algunas de las numerosas especialidades que ofrecen los productores locales y los restauradores de la región.